Cesare Pavese
Nacido en el pueblo piamontés de Santo Stefano Belbo (Cuneo), Italia, 9 de septiembre de 1908, se suicidó en Turín el 27 de agosto de 1950.
Datos biográficos
* Escritor de novelas, cuentos, poesía y ensayos. Crítico literario.
* Nace el 9 de septiembre de 1908 en Santo Stefano Belbo, un pueblito de la zona del Langhe en la provincia de Cuneo en el Piamonte, Italia. Luego vivirá en Turín.
* La infancia habría estado marcada por la pronta muerte del padre, una madre que lo reemplazó en su severidad, el amor por los libros y la naturaleza, una personalidad introspectiva, solitaria y, desde la época del liceo, una manía suicida. Una ambivalencia entre el deseo de estar solo y la búsqueda del amor y la compañía.
* Fue notablemente influenciado por su profesor del Liceo D’Azeglio, Augusto Monti, y por otros jóvenes que también seguían al profesor: Leone Ginzburg, Norberto Bobbio, Tullio Pinelli, Massimo Mila.
* Traductor de escritores ingleses y norteamericanos como Melville, Dos Passos, Faulkner, Defoe, Joyce, Steinbeck y Dickens, entre otros. Su obra de traductor tuvo un gran impacto sobre la cultura italiana del momento.
* En la universidad amplió su interés por la lengua inglesa y los escritores norteamericanos recibiéndose con una tesis sobre la poesía de Walt Whitman, en 1930.
* En 1933 comienza a trabajar en una editorial que abría sus puertas, Einaudi.
* En 1935 es condenado por antifascista por esconder unas cartas de su amante, de la que nunca revela el nombre, a pasar tres años de confinamiento en Brancaleone Calabro, del que sólo cumple menos de un año. La mujer finalmente se casa con otro, y esto le provoca una gran desilusión y el retorno a las ideas suicidas.
* Marcha a Roma donde abrirá una sede de la editorial Einaudi. Se aísla del mundo en la compañía de su hermana.
* Se relaciona con la actriz norteamericana Constance Dowling, quien está en Roma para participar en la filmación de Arroz Amargo. Cuando ésta regresa a los estados Unidos, Pavese cae en una nueva depresión que lo llevará a escribir 'Vendrá la muerte y tendrá tus ojos.'
* En 1950 recibe el premio Strega por su obra La bella estate (El bello verano).
Nacido en el pueblo piamontés de Santo Stefano Belbo (Cuneo), Italia, 9 de septiembre de 1908, se suicidó en Turín el 27 de agosto de 1950.
Datos biográficos
* Escritor de novelas, cuentos, poesía y ensayos. Crítico literario.
* Nace el 9 de septiembre de 1908 en Santo Stefano Belbo, un pueblito de la zona del Langhe en la provincia de Cuneo en el Piamonte, Italia. Luego vivirá en Turín.
* La infancia habría estado marcada por la pronta muerte del padre, una madre que lo reemplazó en su severidad, el amor por los libros y la naturaleza, una personalidad introspectiva, solitaria y, desde la época del liceo, una manía suicida. Una ambivalencia entre el deseo de estar solo y la búsqueda del amor y la compañía.
* Fue notablemente influenciado por su profesor del Liceo D’Azeglio, Augusto Monti, y por otros jóvenes que también seguían al profesor: Leone Ginzburg, Norberto Bobbio, Tullio Pinelli, Massimo Mila.
* Traductor de escritores ingleses y norteamericanos como Melville, Dos Passos, Faulkner, Defoe, Joyce, Steinbeck y Dickens, entre otros. Su obra de traductor tuvo un gran impacto sobre la cultura italiana del momento.
* En la universidad amplió su interés por la lengua inglesa y los escritores norteamericanos recibiéndose con una tesis sobre la poesía de Walt Whitman, en 1930.
* En 1933 comienza a trabajar en una editorial que abría sus puertas, Einaudi.
* En 1935 es condenado por antifascista por esconder unas cartas de su amante, de la que nunca revela el nombre, a pasar tres años de confinamiento en Brancaleone Calabro, del que sólo cumple menos de un año. La mujer finalmente se casa con otro, y esto le provoca una gran desilusión y el retorno a las ideas suicidas.
* Marcha a Roma donde abrirá una sede de la editorial Einaudi. Se aísla del mundo en la compañía de su hermana.
* Se relaciona con la actriz norteamericana Constance Dowling, quien está en Roma para participar en la filmación de Arroz Amargo. Cuando ésta regresa a los estados Unidos, Pavese cae en una nueva depresión que lo llevará a escribir 'Vendrá la muerte y tendrá tus ojos.'
* En 1950 recibe el premio Strega por su obra La bella estate (El bello verano).
*El 27 de agosto de ese año se suicida.
-Obra-
Poesía
* Trabajar cansa, 1936; edición corregida, 1943
* Vendrá la muerte y tendrá tus ojos, 1951
Narrativa
* De tu tierra, 1941
* La playa, 1942
* El camarada, 1947
* La casa de la colina, 1948
* El bello verano, 1949
* La luna y las fogatas, 1950
* Diálogos con Leuco, 1947
* El oficio de vivir, 1935 - 1952, diarios
-Mujeres perdidas-
Hacen bien en tratarlas así.
Y verdaderamente es mejor que apiadarse de ellas
de corazón y después gozarlas en la cama.
«Es una necesidad más fuerte que la vida toda»
di más bien «y todos estamos condenados a dar ese paso;
pero si mi muchacha alguna vez hiciese la carrera
me abochornaría de rabia o sabría vengarme».
Tener compasión siempre fue perder el tiempo,
la existencia es tremenda y no cambia por eso,
más vale apretar los dientes y callar.
Un atardecer
viajé en un tren en que había una mujer,
sobriamente vestida, pintada, de rostro muy serio.
En el exterior, las luces algo pálidas y el verde algo gris
borraban el mundo. Estábamos aislados
en el vagón -tercera clase- la mujer y yo, joven todavía.
En aquella época no sabía cómo entablar conversación
y lloraba pensando en las mujeres. De ese modo
proseguí el viaje observando nervioso y la otra
me miró de vez en cuando y fumaba. No dije,
no pensé en nada ciertamente, pero aún conservo en la sangre
aquella mirada directa, aquella risa momentánea
de quien ha trabajado bien y se toma la vida
como hay que hacerlo, en silencio.
Un amigo, de ésos
que saben qué decir, quisiera salvar
a una mujer y enjugarle las lágrimas y darle alegrías.
«No, es una necesidad más fuerte que la vida toda.
Y nosotros somos condenados cuya única fuerza
reside en un alma dura que no sirve de nada.»
A esas mujeres podéis salvarlas a millares,
pero las innumerables que he visto fumar y mirar
con faz desdeñosa o sonreír fatigadas
-mis buenas compañeras- permanecerán siempre vivas
sufriendo en silencio y pagando por todos.
Hacen bien en tratarlas así.
Y verdaderamente es mejor que apiadarse de ellas
de corazón y después gozarlas en la cama.
«Es una necesidad más fuerte que la vida toda»
di más bien «y todos estamos condenados a dar ese paso;
pero si mi muchacha alguna vez hiciese la carrera
me abochornaría de rabia o sabría vengarme».
Tener compasión siempre fue perder el tiempo,
la existencia es tremenda y no cambia por eso,
más vale apretar los dientes y callar.
Un atardecer
viajé en un tren en que había una mujer,
sobriamente vestida, pintada, de rostro muy serio.
En el exterior, las luces algo pálidas y el verde algo gris
borraban el mundo. Estábamos aislados
en el vagón -tercera clase- la mujer y yo, joven todavía.
En aquella época no sabía cómo entablar conversación
y lloraba pensando en las mujeres. De ese modo
proseguí el viaje observando nervioso y la otra
me miró de vez en cuando y fumaba. No dije,
no pensé en nada ciertamente, pero aún conservo en la sangre
aquella mirada directa, aquella risa momentánea
de quien ha trabajado bien y se toma la vida
como hay que hacerlo, en silencio.
Un amigo, de ésos
que saben qué decir, quisiera salvar
a una mujer y enjugarle las lágrimas y darle alegrías.
«No, es una necesidad más fuerte que la vida toda.
Y nosotros somos condenados cuya única fuerza
reside en un alma dura que no sirve de nada.»
A esas mujeres podéis salvarlas a millares,
pero las innumerables que he visto fumar y mirar
con faz desdeñosa o sonreír fatigadas
-mis buenas compañeras- permanecerán siempre vivas
sufriendo en silencio y pagando por todos.
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