sábado, 10 de marzo de 2007

Por Alise

Ay, Alise, Alise, Alise,
gemido profundo del amor oculto,
río desbocado. Alise, digo, cuando los oscuros
caminos tibios de la noche me desvelan iluminado.

Ay, Alise, donde vives, entre la
protestada luz del paraíso
y la máscara tahur de la montaña,
yo quisiera vivir contigo.

¡Yo quiero vivir contigo!
Beberme el cruce de tus pasos,
sorberme los ojos en tus ojos,
viajar a tus viejos dolos.

Llévame o sólo, zorro de la mañana,
fenec de mi desierto, gallo mudo
del destierro, déjame admirar
el rayar violento de tus ojos

contra tu amor verdadero,
que no soy yo, Alise. Yo,
que sí soy ardiente naturaleza,
próximo bazar de los ecos.

Yo o tú, Alise, melodía fugaz, deshecho
de la negra sustancia de mis sueños.
Alise, Alise, Alise,
amor, amor, amor...

2 comentarios:

Isa Díez dijo...

Muy bonito Iván sinceramente. Mientras lo estaba leyendo me ha parecido que la persona que lo cuenta, podría ser en realidad el viento.
Un viento frio que persigue a Alise con avidez, destreza y perseverancia. Que la quiere encontrar, y como no; beber los vientos por ella...

Isa Díez dijo...

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