viernes, 17 de agosto de 2007

'Interiores', de Woody Allen


Recomiendo ver la película de Woody Allen de 1979, 'Interiores', que supuso un punto y aparte en su carrera dejando atrás su fase de comedias más locas y desenfadadas como 'Bananas' y culminó la trilogía cómico-nostálgica de las geniales 'Annie Hall' y 'Manhattan', dos films imprescindibles dentro de su filmografía.


Fotografiada en gloriosos claroscuros muy densos de la mano del maestro de la luz mortecina y espesa Gordon Willis, fotógrafo principal así mismo de 'El Padrino', y sin banda sonora alguna salvo una melodía diegética durante un baile después de una boda, 'Interiores' es el encuentro de Allen con su maestro Ingmar Bergman al homenajear su cine: un cine muy existencialista, de sentimientos exacerbados, de muerte omnipresente, de escenarios parcos, donde la naturaleza adquiere sentimientos y toma parte en los conflictos de los personajes y con una verbosidad por parte de los protagonistas que los hace hablar como si ante un confesionario estuvieran.


La cinta cuenta la historia de un un matrimonio de la clase alta neoyorquina, donde la mujer se ha ganado la vida con su buen gusto como decoradora de interiores impregnando todo de su sentido de la belleza y la armonía, y de cómo ese matrimonio aparentemente perfecto con tres hijas muy distintas (una poetisa de éxito, una actriz frustrada y una artista en ciernes) se rompe bruscamente cuando, pasados los 60 años de edad, el marido comunica a su esposa que se divorcia y se va a casar con otra mujer: una viuda alegre sin muchos estudios pero con una gran sensibilidad. A raíz de ello la esposa sufre una crisis nerviosa, en la que le llegan constantes ideas de suicidio, y esa crisis provoca la catarsis emocional de todos los personajes donde, en largas charlas de interior mientras la vida queda fuera de sus grandes ventanas, afloran su decadencia, se arrancan sus máscaras y tratan de seguir adelante en medio de sus vidas parásitas, rotas, sin sentido.


Estupendas actuaciones del trío de hermanas protagonistas: Diane Keaton, Kristin Griffith, Maureen Stapleton, pero sobre todo destacar la interpretación de Geraldine Page, fantástica actriz norteamericana, que compone el personaje de la madre rechazada con mucha sensibilidad, registros y un punto de emotividad y dignidad arrastrada que conmueve en cada plano.


3 comentarios:

SyrianGavroche dijo...

Ya sé que lo que voy a decir suena a sacrilegio para muchos, pero es verdad: Por mucho que lo intenté, nunca me llegó a enganchar Woody Allen, es cuestión de gustos, supongo...

Intentaré ver esta película y ya te contaré

Un saludo y gracias por tu visita!!!

aliosha_k dijo...

Una de las películas más emocionantes que he visto nunca, y sin duda mi preferida de Woody Allen. Tiene la profundidad de un filme de Bergman, pero Allen aquí es más digerible, más próximo. Los artistillas fracasados como yo se sentirán muy identificados con varios de los personajes.
Enhorabuena por una crítica tan acertada.

Alberto Gerardo dijo...

Una de las películas más aburridas de la historia del cine, con toda franqueza. Las otrsa dos que nombran en la crítica (Manhattan y Anna y sus hermanas), son excelentes, pero ésta... dan ganas de suicidarse de lo pasmosa que es... Recomendada para hacer sufrir a alguien.