miércoles, 5 de septiembre de 2007

Supertramp -Retrospectacle-


Con el permiso de los Bee Gees y de Tony Manero, a cuyo ritmo bailaba, Supertramp (los supervagabundos) suenan a puros años setenta, a pantalones de campana, a bolas de discoteca, a lentejuelas brillantes, a resaca de verano de amor, a fiebre, a teclados felices y sueños en papel de empapelar paredes. Aunque las voces agudas de Roger Hodgson y Rick Davies y el desarrollo musical del grupo en general no son para tirar cohetes, 'Supertramp' es una delicia posbeatle, un sueño cursi mccartneynano cuando McCartney ya era cursi, pasado por el tamiz de alguna cutre discoteca para camioneros de las afueras del Wilthsire. Tienen lo mejor de Badfinger, y también lo peor, su superficialidad, aunque no pueden cometir con la extremada sensibilidad suicida de los chicos bonitos de Apple. Sus arreglos son perfectos para leer los libros de Krishnamurti, que entonces estaba de moda en la Europa mística que volvía ebria y frustrada de Katmandú, al mismo tiempo y descansar de las euforias drag de Queen o del bigote de los presentadores televisivos.


Hoy pasto de las radiofórmulas, una moda imprevista, vaya a saber por qué, hay que escuchar a Supertramp por fin sin complejos y reirse un poco de sí mismo o de ellos. 'Retrospectacle' es la antología de Supertramp, 32 canciones que incluyen clásicos de todo picnic que se precie como 'The logical song', 'Dreamer', 'Breakfast in America' o 'It's raining again'. ¡A disfrutar!

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