Cuando todo lo que quisiera decir, gritar y escribir estos días, ya lo escribió, lo gritó y lo cantó mejor que nadie el cantautor cubano Silvio Rodríguez, ¿para qué seguir?, ¿para qué tomar mi bastarda pluma? Os dejo la canción "Ojalá" y haced cuenta de que la he escrito yo, de verdad. Todo está ahí. Os animo también a escucharla, esa interpretción acelerada, ansiosa, angustiada, como de alguien que se ahoga:
-Ojalá-
Ojalá que las hojas
no te toquen el cuerpo cuando caigan
para que no las puedas
convertir en cristal;
ojalá que la lluvia
deje de ser milagro que baja por tu cuerpo;
ojalá que la luna pueda salir sin ti;
ojalá que la tierra no te bese los pasos.
Ojalá se te acabe la mirada constante
la palabra precisa, la sonrisa perfecta.;
Ojalá pase algo que te borre de pronto
una luz cegadora
un disparo de nieve
ojalá por lo menos
que me lleve la muerte
para no verte tanto
para no verte siempre
en todos los segundos
en todas las visiones.
Ojalá que no pueda tocarte ni en canciones.
Ojalá que la aurora no de gritos que caigan en mi espalda;
ojalá que tu nombre se le olvide a esa voz;
ojalá las paredes no retengan tu ruido
de camino cansado;
ojalá que el deseo se vaya tras de ti
a tu viejo gobierno de difuntos y flores.
Ojalá se te acabe la mirada constante,
la palabra precisa, la sonrisa perfecta.
Ojalá pase algo que te borre de pronto:
una luz cegadora,
un disparo de nieve;
ojalá por lo menos
que me lleve la muerte
para no verte tanto,
para no verte siempre
en todos los segundos
en todas las visiones.
Ojalá que no pueda tocarte ni en canciones.
Ojalá pase algo que te borre de pronto:
una luz cegadora,
un disparo de nieve;
ojalá por lo menos
que me lleve la muerte
para no verte tanto,
para no verte siempre
en todos los segundos,
en todas las visiones.
Ojalá que no pueda tocarte ni en canciones.
«Al final de este viaje en la vida», 1978.
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