-La última flor-
Nadie diga que no vimos
la última flor del día florecer
en el ocaso. Nadie diga
que no despedimos al sol
como merecía y le prometimos
vernos. Nadie diga
que no tratamos con amor la
rosa cortada del suelo, que no recaímos
en los insignificantes hongos oscuros
en el asfalto, que no vimos la brillante
humedad de la mañana impresa en nuestros
zapatos. Nadie diga que no abrimos los ojos
un segundo y nos bañamos de ocaso
y nos fuimos, ciegos, vastos, al sueño.
Nadie diga, en definitiva, a nuestras espaldas,
que hemos fracasado, que ellos
nos han impuesto sus delirios,
sus olvidos, sus ausencias, sus
bruscos y mecánicos gestos.
Porque todavía conocemos
la risa hasta el llanto,
la sabia, la alegría,
tenemos juventud, tenemos
vida, tenemos gritos en la garganta,
veletas que giran,
y giran,
Nadie diga que no vimos
la última flor del día florecer
en el ocaso. Nadie diga
que no despedimos al sol
como merecía y le prometimos
vernos. Nadie diga
que no tratamos con amor la
rosa cortada del suelo, que no recaímos
en los insignificantes hongos oscuros
en el asfalto, que no vimos la brillante
humedad de la mañana impresa en nuestros
zapatos. Nadie diga que no abrimos los ojos
un segundo y nos bañamos de ocaso
y nos fuimos, ciegos, vastos, al sueño.
Nadie diga, en definitiva, a nuestras espaldas,
que hemos fracasado, que ellos
nos han impuesto sus delirios,
sus olvidos, sus ausencias, sus
bruscos y mecánicos gestos.
Porque todavía conocemos
la risa hasta el llanto,
la sabia, la alegría,
tenemos juventud, tenemos
vida, tenemos gritos en la garganta,
veletas que giran,
y giran,
y giran,
y nadie podrá arrebatárnoslo.
2 comentarios:
Muy bonito. ¿Cosecha propia o tiene otro autor?
¡La flor es como la mia! jajaja.
¡Un abrazo Iván!
Ya, me inspiré en la flor de tu blog, lo reconozco.
Hasta que en los poemas no se diga otra cosa, cosecha propia.
Gracias por la visita!!!
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