domingo, 17 de diciembre de 2006

Es lo mismo


-Es lo mismo-

Primera página de todos los periódicos:
un padre protege a sus hijos en Ramala de una carga policial.
A su derecha, de verde disfrazado,
un policía palestino pisotea las verdes banderas de
Hamás y ciñe, en su mano,
una oscura y poderosa porra de goma.
El padre, caído en el suelo, envuelve a sus pequeños entre sus brazos
mientras el chiquillo, casi a descubierto, grita y mira al fotógrafo
con su manita extendida
queriendo parar la incomprensible tormenta
que se le avecina.
Al fondo, turbamulta de seres caídos, otros jóvenes,
otros padres, otros niños….
Pero yo miro al niño, a mi niño, de la fotografía
y le recuerdo
en Bilbao una tarde de primavera huyendo por las vías
del tren de una carga de la Policía Nacional Española
(ahora es la Policía Nacional Vasca, es lo mismo),
espantosa, contra los padres que paseaban
a sus hijos en los cochecitos de capota.
Tan real como la muerte misma, aún puedo verlo
caído desde el suelo.Por eso
me conmueve esta fotografía
pasajera
destinada a los borrachos y a envolver los
bocatas de chorizo:
porque son distintos los momentos y las circunstancias:
otro tiempo, otro país, otro destino, otra lengua
y otro motivo,
pero el gesto indefenso,
el grito de miedo, los poderosos brazos
abiertos y, sobre todo, los ojazos espantados
de los lobos, todo eso, lo sé,
es lo mismo.

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