miércoles, 6 de diciembre de 2006

Zamacois


El Museo Bellas Artes de Bilbao expone hasta el 28 de enero "Zamacois, Fortuny, Meissonier". Se trata de una exposición dedicada a tres de los artistas más destacados de la pintura europea decimonónica: mi paisano Eduardo Zamacois, en relación con sus colegas y amigos Fortuny y Meissonier.


Eduardo Zamacois (Bilbao, 1841- Madrid, 1871) inició su formación en Bilbao con el pintor José Balaca. En 1859 se trasladó a Madrid para asistir a la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando. En 1860 viajó a París donde estudió con Ernest Meissonier, el más afamado pintor de género de la época sobre tabla (por lo menos hasta la llegada de los impresionistas, cuando su abultada fama declinó), y donde se relacionó con los más importantes artistas e intelectuales de su tiempo, como Cabanel, Gérôme, Bonnat o Alejandro Dumas hijo, autor de "La dama de las Camelias."


En 1866 conoció a Mariano Fortuny, cuya pintura a la acuarela era ya muy apreciada. Zamacois le ayudó introducirse en los círculos artísticos de la ciudad y entre ambos pintores se estableció una estrecha relación profesional y personal que redundó y alimentó sus respectivas creaciones artísticas, dando a la pintura del bilbaíno una mayor impronta lumínica.


A través del marchante Adolphe Goupil, Zamacois se introdujo en el mercado de arte parisino y logró el favor de una adinerada clientela, en la que figuraron, entre otros, la princesa Matilde Bonaparte, los príncipes Metternich o el escritor Charles Dickens. Su exitosa carrera en París culminó en 1870, al obtener la Medalla de Oro del Salón Oficial con el curioso cuadro en una genial perspectiva de contenido netamente hilarante "La educación de un príncipe." Un año después la guerra franco-prusiana le obligó a abandonar Francia y se instaló en Madrid, donde murió con tan sólo 29 años de edad, en 1871, de una angina de pecho.


La exposición organizada por el Museo es la primera dedicada al pintor y reúne cerca de medio centenar de obras procedentes de colecciones particulares y museos europeos y norteamericanos, como el Philadelphia Museum of Art, el Clark Art Institute de Massachusetts, el Museo del Prado o la Colección Carmen Thyssen-Bornemisza. Se trata de acuarelas y óleos de pequeño formato y factura preciosista que representan, principalmente, escenas de género con temas literarios, históricos y costumbristas.


La confrontación de la obra de Zamacois con una selección de pinturas de su maestro Ernest Meissonier (Lyon, 1815- París, 1891) y de su colega Mariano Fortuny (Reus, 1838- Roma, 1874) permite contextualizar su trayectoria y comprender mejor el valor artístico de Zamacois como mascarón del estilo precioso en España y de cierto gusto por las composiciones de época abigarradamente adornadas que esconden una profusa documentación y realización, amén de una más que sutil ironía muy propia del pícaro hispano, reflejada sobre todo en las coloridas composiciones sobre bufones de la corte.

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