-Ultimas visiones del paraíso-
Y nos iremos…
y quedará el paraíso a lo lejos
entre los dos más brillantes
soles de la sombra.
Se cerrará la puerta, temible y oscura
como la tumba de una niña;
se cerrarán tus grandes manos, se cerrarán
las mías en torno a tus labios
y quedará muerto el claro león de luna,
el bello jardín de adelfas,
las cortas horas de poesía o los
secretos actos de amor y locura;
para otros serán los profundos amuletos,
el valiente cristal, el café ardiendo,
los gatos nocturnos o el croissant
migado en sacristán de viento;
para otros la aurora, los grandes paisajes
de interior, los ramos de infinito cielo
y gesto, lo único en la voz y
en la ribera de lo que aún es niño y juego:
pero nada, nada de esto será evitable.
Adiós, adiós nocturno pájaro de la duda;
adiós atardecer, adiós lugares,
ríos imaginarios, recreos y apremios;
adiós desolación, quimera, ardiente frío;
adiós encuentros entre el humo,
que ya nos vamos yendo,
llorando, de estos lares.
Y nos iremos…
y quedará el paraíso a lo lejos.
y quedará el paraíso a lo lejos
entre los dos más brillantes
soles de la sombra.
Se cerrará la puerta, temible y oscura
como la tumba de una niña;
se cerrarán tus grandes manos, se cerrarán
las mías en torno a tus labios
y quedará muerto el claro león de luna,
el bello jardín de adelfas,
las cortas horas de poesía o los
secretos actos de amor y locura;
para otros serán los profundos amuletos,
el valiente cristal, el café ardiendo,
los gatos nocturnos o el croissant
migado en sacristán de viento;
para otros la aurora, los grandes paisajes
de interior, los ramos de infinito cielo
y gesto, lo único en la voz y
en la ribera de lo que aún es niño y juego:
pero nada, nada de esto será evitable.
Adiós, adiós nocturno pájaro de la duda;
adiós atardecer, adiós lugares,
ríos imaginarios, recreos y apremios;
adiós desolación, quimera, ardiente frío;
adiós encuentros entre el humo,
que ya nos vamos yendo,
llorando, de estos lares.
Y nos iremos…
y quedará el paraíso a lo lejos.
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